Mientras su marido, el presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero, se da baños de multitudes recorriendo la geografía española en busca de los votos más codiciados, su esposa, Sonsoles Espinosa, se pasea ligera de ropa por los escenarios franceses.
Por muy incrédulo que suene no se pierdan la imagen de la mujer del Presidente con un “picardías” azul.
Sonsoles se encuentra representando la obra “Carmen” en la ciudad parisina hasta el próximo 28 de mayo, justo un día después de las elecciones municipales y autonómicas.
Actúa como refuerzo del coro francés en las que se canta ópera de una manera insólita y peculiar: con escasa ropa y posiciones eróticas.
Todo un espectáculo bochornoso dado el momento político que vivimos, en plena campaña electoral, en donde se mira con lupa cualquier actitud, frase o gesto que se pueda sacar de contexto.
Aunque no tenga nada que ver con la actividad política del país, no deja de ser la esposa del presidente del Gobierno, por lo que debería mantener una imagen y no crear situaciones polémicas que estén sujetas a comentarios chismosos, ya que el partido que representa su marido se juega mucho en estas elecciones. Estas no son unas elecciones normales, sino que se ven como la antesala de lo que puede suceder dentro de un año en las elecciones generales. El PP busca con ansia la revancha, mientras que el PSOE quiere dar una “bofetada de votos” a la oposición continuando en la Moncloa.
Es la primera vez que se ve a la mujer de un presidente representando una obra de teatro en el Châtelet. La prensa francesa también se ha hecho eco de esta noticia y ha criticado duramente la actitud de Espinosa. Lo considera “un espectáculo blasfemo, kitsch e indecoroso”.
A tan sólo dos días de conocer los resultados electorales, no sabemos como será el recibimiento de Sonsoles a su marido; si en “picardías” o pijama de franela.
Por muy incrédulo que suene no se pierdan la imagen de la mujer del Presidente con un “picardías” azul.
Sonsoles se encuentra representando la obra “Carmen” en la ciudad parisina hasta el próximo 28 de mayo, justo un día después de las elecciones municipales y autonómicas.
Actúa como refuerzo del coro francés en las que se canta ópera de una manera insólita y peculiar: con escasa ropa y posiciones eróticas.
Todo un espectáculo bochornoso dado el momento político que vivimos, en plena campaña electoral, en donde se mira con lupa cualquier actitud, frase o gesto que se pueda sacar de contexto.
Aunque no tenga nada que ver con la actividad política del país, no deja de ser la esposa del presidente del Gobierno, por lo que debería mantener una imagen y no crear situaciones polémicas que estén sujetas a comentarios chismosos, ya que el partido que representa su marido se juega mucho en estas elecciones. Estas no son unas elecciones normales, sino que se ven como la antesala de lo que puede suceder dentro de un año en las elecciones generales. El PP busca con ansia la revancha, mientras que el PSOE quiere dar una “bofetada de votos” a la oposición continuando en la Moncloa.
Es la primera vez que se ve a la mujer de un presidente representando una obra de teatro en el Châtelet. La prensa francesa también se ha hecho eco de esta noticia y ha criticado duramente la actitud de Espinosa. Lo considera “un espectáculo blasfemo, kitsch e indecoroso”.
A tan sólo dos días de conocer los resultados electorales, no sabemos como será el recibimiento de Sonsoles a su marido; si en “picardías” o pijama de franela.
